Estilo japandi: El minimalismo de esta casa de fin de semana lo es todo

En la mayoría de los hogares con niños pequeños no existe la calma, pero el estilo japandi y minimalista de este departamento logró cambiar la historia de este espacio. Aditya Jha y Deeksha Singh, abogados de Bombay, sabían de las dificultades de los espacios en los que se desarrolla la crianza. Como padres de una niña, están acostumbrados a la vida rápida. O lo estaban, hasta hace unos años, cuando se dieron cuenta de que probablemente habían superado su límite de velocidad racional: “Sabíamos que teníamos que ir más despacio”, dice Singh. También sabían que una capital movida, como lo es Bombay, no era el lugar adecuado para poder conseguir ese estilo de vida. Así que pusieron sus miras más lejos, en los plácidos barrios marginales de Pune, donde decidieron invertir en una casa de fin de semana lo bastante cerca para estar cómodos, pero lo bastante lejos para estar tranquilos. Por supuesto, cuando encontraron una casa, era una versión para constructores de lo que tenían en mente. Así que, para darle alma, se pusieron en contacto con Harsh Soneji y Pratha Bhagat, de Studio MAT Architects, a quienes encontraron en Instagram, la más iluminada de las aplicaciones.

El minimalismo como una alternativa al mantenimiento del hogar

Singh y Jha querían que su casa de fin de semana en Pune fuera una versión más minimalista y de estilo japandi. También querían algo que requiriera poco mantenimiento, algo que pudieran dejar cerrado durante días o semanas enteras, sin preocuparse de volver a un océano de polvo: “El objetivo era aportar equilibrio, tranquilidad y armonía a la casa al tiempo que se silenciaban los adornos”, sugiere Soneji, quien, junto con Bhagat y Ria Chheda, miembro del equipo, se inspiró en el minimalismo japonés. Lo que siguió fue un ejercicio de moderación con tacto: las paredes se calmaron con un lavado de cal; el suelo y los muebles se domaron con madera de fresno americano; y se añadió el tradicional papel de arroz shoji a las contraventanas de los armarios para evocar una sensación de translucidez. Cada espacio se diseñó como preludio del siguiente, como una sucesión de momentos de tranquilidad. ¿Un ejemplo? La sala, donde en una esquina cuelga una lámpara de araña de papel de plátano y en otra un ordenado soporte de bambú. El tratamiento de las ventanas se mantuvo igualmente sobrio, con superposiciones de lino diáfano que mantienen la brisa cerca y la luz del sol más cerca.

El uso de cristales dentro de la casa aseguran el paso de la luz natural

En la casa reina el cristal de todo tipo —translúcido, transparente, esmerilado—, que sirve para guiar la luz natural hasta los rincones más recónditos. ¿El resultado? Un oasis luminoso donde los elementos permanecen en primer plano. Para Jha y Singh, esta casa de fin de semana en Pune es más que una escapada rápida; es un lugar de retiro, sí, pero también un sitio donde desaparecer de vez en cuando y olvidarse del mundo: “Queríamos una casa que fuera diferente de nuestra vida cotidiana. No queríamos perder nuestra sensibilidad y ceder a un aspecto hiperdiseñado que no reflejara nuestra personalidad”, dice Singh.

Hoy en día, no están solos en su búsqueda de una vida tranquila. Sus padres se reúnen a menudo con ellos en Pune para disfrutar de un momento de calma. Todavía hay que hacer la comida, tender la colada y entretener a un niño. Pero de alguna manera, aquí, las tareas no son tanto tareas como casillas de verificación, para marcar a su propio ritmo, en su propio tiempo. Por fin, la vida vuelve a ser lenta, como la pareja siempre había esperado e imaginado.